En un emotivo evento celebrado en Bogotá, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, un día que no solo se celebra, sino que se recuerda como un momento de lucha y reivindicación global.
La jornada estuvo marcada por un reconocimiento a los derechos conquistados por las mujeres a lo largo de la historia, así como a los desafíos que aún persisten en la sociedad colombiana.


La oradora principal destacó la importancia de reconocer a las mujeres que, día a día, luchan por mejorar sus vidas, las de sus familias y sus comunidades. En un acto simbólico, se entregaron 400 diplomas a mujeres que han demostrado un compromiso inquebrantable con sus proyectos de vida y el desarrollo de su ciudad.
Este gesto subraya el compromiso de la administración local por avanzar hacia políticas públicas que protejan y amplíen los derechos humanos de las mujeres. Sin embargo, la oradora también hizo hincapié en que cada feminicidio representa un fracaso colectivo: un fracaso del Estado y de la sociedad en su conjunto. La necesidad de una transformación cultural y de una redistribución de roles dentro de la familia fue un punto central de su discurso.

No basta con implementar sistemas que faciliten la vida de las mujeres; es imperativo que se produzca un cambio profundo en la manera en que se perciben y se viven las relaciones de género.
El evento concluyó con un llamado a la acción, instando a todos los presentes a trabajar juntos para garantizar que las mujeres no solo sean escuchadas, sino que también se les brinden las herramientas necesarias para prosperar en todos los aspectos de la vida. La lucha por la igualdad de género es un camino largo, pero cada paso cuenta en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Este día, más que una celebración, fue un recordatorio de que la lucha por los derechos de las mujeres continúa y que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta importante causa.