LA EDUCACIÓN, CLAVE PARA LA TRANSFORMACIÓN POLITICA DE LA CIUDAD.
Ser concejal no es una tarea fácil, aún más cuando su rol ha sido mancillado por las acciones y procedimientos de unos cuantos individuos que sienten el poder como dador de sus propios beneficios personales; el control político, la representatividad ciudadana y la cultura democrática hacen parte de su ardua labor, pero el enfoque constitucional y la defensa de la comunidad es su principal baluarte. Sin embargo, la ausencia de lo académico tanto como lo procedimental, ha sido uno de los mayores factores que altera el buen desempeño de sus funciones.
La idea de tener como slogan por la revolución cultural y la educación del pueblo iba dirigida a llevar a la institucionalidad un elemento sustancial para el cambio de mentalidad de la masa poblacional como lo es la educación, ese antídoto contra el mayor flagelo de los sujetos sociales: la ignorancia. La puesta en marcha de esta iniciativa arrancó con 3 pilares fundamentales: el primero se refería a la defensa de la academia, evidenciada en el seguimiento, articulación y referenciamiento de la Secretaria de Educación, a partir de las metas planteadas en el plan de desarrollo, con el firme convencimiento de allegar las quejas y reclamos de las distintas instituciones públicas y privadas del municipio.
En segundo término, se orientaba hacia la descentralización de las funciones del concejo, haciéndose explicita en el acceso a unidades de trabajo como lo fueron los denominados concejos a la calle, las charlas hablemos de política y las mesas temáticas del plan de desarrollo.
En efecto, la participación en este tipo de eventos públicos, garantizaría la conexión directa con la ciudadanía, como si se tratase de un ejercicio dialéctico. Más allá de la propia percepción política que se derivase de este entramado, era considerar que los propios ciudadanos se sintieran representados de la mejor manera posible, haciendo honor a sus requerimientos y no tan solo usados en la lógica electoral, donde cada cuatro años se ha convertido en el tiempo de un olvido permanente, hasta la activación del famoso voto, que con interés se busca más que el mismísimo oro.
Por consiguiente, la participación del estudiantado en asuntos políticos fue la tercera fórmula implementada en este elemental proyecto. La evidencia se enmarca en programas como concejalito por un día una iniciativa que nace del desconocimiento de este tipo de corporaciones públicas en los ámbitos académicos, lo cual genera la construcción de nuevos liderazgos, la resonancia en asuntos de política pública y la relación con los enfoques de las generaciones del presente; la combinación entre la docencia que aún ejerzo y el rol que desempeño como servidor público, ha enriquecido mi constructo profesional y personal, hasta el punto de ofrecerme herramientas tangenciales para el abordaje de temas tan complejos como los que aqueja mi propia ciudad o el país en general.
Muchos serán los aciertos, también otros tantos los fracasos, pero será la propia ciudadanía quien ejerza esa veeduría frente a mis decisiones y actuaciones, supeditados por supuesto a lo que ordena la ley como dadora de justicia. Lo que si queda claro es que mi esfuerzo está enmarcado en el cambio de mentalidad a corto, mediano y largo plazo, con la garantía de que los derechos fundamentales que tiene cada ciudadano se respeten no solo por normativa sino por criterio de valores; recordemos que si la política debe cambiar es para la transformación del ámbito social y no para convertirse en el adalid de la violencia generalizada.
- Su gestión Es: ¿Bueno y la educación ambiental qué?🛑 📌En el Concejo de Zipaquirá se realizó una sesión de control político con la secretaria de desarrollo rural y medio ambiente para tartar el tema de educación ambiental
- El concejo en la calle: Liderado por el concejal Pedro Pablo Alvarado en el barrio San Rafael dónde vamos a tratar temas de Seguridad y conveniencia, obras públicas, acueducto, y el Instituto Municipal de Cultura, Recreación y Deportes de Zipaquirá.