En un reciente control político llevado a cabo en el recinto del concejo de Zipaquirá, se abordaron temas cruciales relacionados con la seguridad y la convivencia en la ciudad. Los concejales, junto con la Secretaría de Seguridad, discutieron los avances en las estrategias implementadas para combatir la delincuencia y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Durante la sesión, se destacó la importancia de la línea 123, un recurso vital que permite a la comunidad reportar cualquier tipo de solicitud, desde problemas de seguridad hasta situaciones de violencia intrafamiliar y de género.
Uno de los puntos más relevantes fue la necesidad de evaluar la efectividad de las estrategias actuales. A pesar de que se han implementado programas como “Familias Seguras” y “Rumba Inteligente”, algunos concejales expresan su preocupación por la persistencia de comportamientos contrarios a la convivencia, que representan el 75% de los problemas en la ciudad. Este dato resalta la urgencia de un enfoque más integral y efectivo en la gestión de la seguridad.
Los funcionarios presentes coincidieron en que, aunque se han visto esfuerzos significativos por parte del secretario de seguridad, es fundamental identificar las áreas que requieren mejoras. La colaboración entre las secretarías de salud y familia ha permitido que profesionales capacitados atiendan directamente a quienes llaman a la línea 123, lo que representa un avance en la atención a problemas sociales.
La comunidad de Zipaquirá espera que estas iniciativas no solo reduzcan las cifras de delincuencia, sino que también fomenten un ambiente de convivencia pacífica. La clave del éxito radica en la evaluación constante de las estrategias y en la participación activa de los ciudadanos, quienes deben sentirse empoderados para contribuir a la seguridad de su entorno. La responsabilidad es compartida, y el control político es una herramienta esencial para lograr un cambio real y duradero en la ciudad.
