Angie Cuao
Tras diferentes y numerosas discusiones al respecto, se ha aprobado el presupuesto municipal para el año 2023, con cuatro votos a favor se le dio luz verde a este proyecto aprobado en primer debate de la comisión tercera, esto, aun con la división y dudas sobre la distribución de estos rubros que corresponden al último año de gobierno de la actual administración del alcalde Wilson García Fajardo.
Este presupuesto, con el que se pretende culminar las metas del plan de desarrollo, generó múltiples controversias entre los concejales de la oposición, quienes aseguraron que no vela por los intereses de Zipaquirá: “Nos hemos dado cuenta de unas necesidades muy sentidas que no han sido escuchadas por la administración municipal, en materia de movilidad, seguridad, cupos escolares, atención a la tercera edad, aspectos de señalización y semaforización, seguridad vial, en materia de todos esos núcleos sociales que tienen alguna debilidad, como la niñez, la juventud, etc. Los presupuestos asignados para esa inversión social han sido muy pequeños y no han logrado abarcar las necesidades de la ciudad”, aseguró el concejal Juan Guillermo Gutiérrez.
Lo mencionado anteriormente corresponde a solo una de las muchas problemáticas que se expusieron alrededor de este proyecto, el cual se contempla por una suma total aproximada de 248.680 millones de pesos. Para entender las dudas que surgieron alrededor del tema, hay que partir de una base: los ingresos bajo los cuales se plantean trabajar, los mismos por los cuales el concejal Felipe Duran Carrón ha expresado gran incertidumbre, en cuanto estos parecen estarse proyectando únicamente de la recolección de cartera y el crecimiento en la recaudación de impuestos que tal parece no correspondería a una cifra realista o lograble. “Está pensado que el impuesto predial urbano puede crecer un 27%, un crecimiento que no ha tenido en los últimos años, en el marco de una ciudad en la que efectivamente se van a incorporar unos predios nuevos, pero no es claro hasta qué punto esos predios van a suplir esos 7,000 millones de pesos adicionales que necesitan recaudarse. El impuesto predial rural está planeándose que va a crecer un 57% cuando no hay ninguna realidad práctica material que nos muestre que la ruralidad ha crecido en ese mismo porcentaje” dijo Carrón.
Ahora bien, aunque a nivel nacional se ha hablado de una posible recesión económica para el próximo año, la secretaría de hacienda no estaría contemplando el impacto que esto tendría en el municipio, puesto que, según aseveró Carrón “se está pensando que el otro año va a ser de completa bonanza, por lo menos el impuesto de industria y comercio que es el que prevé el recaudo de las actividades comerciales, industriales y de servicios, se está planeando con un crecimiento entre el 44% y 45% cuando las unidades productivas de la ciudad no han crecido en ese mismo porcentaje”. Según el mismo concejal, la respuesta del secretario de hacienda se argumentó bajo el cobro coactivo por deudas, pero para el cabildante esto sería casi irresponsable, ya que “se convierte en una meta y presión de recaudo y se puede convertir en un déficit hacia adelante porque no se recaudó lo que se había proyectado, pero los gastos si están proyectados sobre ese presupuesto, entonces la ciudad empieza a generar un ejercicio de gastos sobre un flujo de caja que posiblemente no va a existir”.
Haciendo a un lado el hecho de que los ingresos que se distribuirán penden de un hilo que podría romperse en cualquier momento, los concejales también manifestaron sus inconformidades con lo que sería la repartición de los rubros, teniendo en cuenta las problemáticas más evidentes en el municipio, que corresponden a asuntos de política social, educación y malla vial, entre otros, a los que parece habérsele restado importancia financiera. “Para poder suplir las necesidades del sector educativo en infraestructura, ampliación, mantenimiento, dotación, la ciudad requiere 41 mil millones de pesos y lo dispuesto para el próximo año son 250 millones de pesos para mantenimiento e infraestructura educativa y 50 millones para dotaciones, muy por debajo de lo que se requiere”, aseguró Carrón.
Con la existencia de este déficit, los concejales se quejaron de las grandes sumas asignadas a asuntos de menor relevancia, como el presupuesto de prensa y comunicaciones, que parece primar sobre el resto. “Vemos que solamente para mantenimiento de vías de casco urbano se tienen 300 millones de pesos, es muy ínfimo frente a otros rubros como el de prensa, que son 645 millones, y aproximadamente 400 millones más de las diferentes dependencias”, manifestó el concejal Bladimir Díaz. En contraposición a esto el concejal Alberto Gualteros, ponente del proyecto, expresó que “frente a la apropiación presupuestal con el tema de prensa, es pertinente señalar que todo ello es objeto de revisión, pero también hacer claridad que este es un rubro que en el marco de la ley la asignación presupuestal se hace hacía el despacho, entre otras cosas porque las secretarías que integran la administración central no gozan de autonomía presupuestal, no manejan un presupuesto, entonces dependen de este recurso y de ahí por supuesto se presta algún apoyo o asistencia”.
Con respecto a la distribución, Gualteros también aseguró que “hablar de 248,680 millones de manera global es una cifra amplia, pero hacer la distribución realmente ya es a otro precio, porque en el marco de la ley hay que apropiar recursos para la inversión, que entre otros cosas equivalen a 188,000 millones de pesos, que es alrededor del 76% de lo que se piensa usar en la vigencia 2023 para inversión, pero también se deben apropiar recursos para funcionamiento tazados en alrededor 45,000 millones de pesos, no debemos sustraernos a un compromiso de administraciones anteriores y por supuesto de la administración actual en los temas que tienen que ver con el endeudamiento y en ese orden de ideas se han apropiado 15,000 millones de pesos”.
Sin duda alguna, uno de los aspectos más preocupantes a los que también hicieron mención los concejales es la falta de gestión de algunas secretarías, como la de obras públicas, es tanto el descontento que incluso el concejal Gutiérrez expresó que resultaba inútil incrementar recursos a este sector. “Ya se invirtieron en estos tres años unos recursos muy importantes en temas de movilidad y no fueron capaces de gerenciarlos de una manera adecuada, en materia de seguridad también se han invertido un importante número de recursos y tampoco han sido capaces, yo creo que en manos de los actuales gerentes de la ciudad es una pérdida de tiempo incrementar esos recursos a esas áreas porque no los han manejado bien, yo los daría a aquellos que tienen unas debilidades enormes como secretaria de familia”.
A pesar de haber expuesto los diferentes conflictos y haber hecho una solicitud de reflexión y sensatez sobre los ingresos, distribución y ejecución, el presupuesto fue aprobado tal como fue presentado